El término blanqueamiento parece estar referido al color” blanco” de los dientes. Debemos saber que la coloración dental es propia de cada paciente y que los diferentes tonos de los dientes pueden ser originados por alteraciones en el momento de la formación del mismo (consumo de antibióticos como la tetraciclina, aguas con altas dosis de minerales o alteraciones sistémicas en el momento de la formación del esmalte y dentina).

También los dientes con traumatismos o endodonciados, pueden sufrir cambios de coloración a lo largo de la vida y son de difícil resolución con tratamientos de blanqueamiento convencionales, requiriendo técnicas más específicas.

Las pigmentaciones externas como consecuencia de agentes tóxicos como el tabaco, café, inhalación de gases de origen industrial, ingestas de medicamentos o de la alimentación, son de fácil resolución.

Nos referimos al término “blanqueamiento”, aunque deberíamos considerar que no es el correcto, ya que no podemos asegurar que los dientes queden “blancos”, teniendo en cuenta que cada tinción tiene sus propias características. Lo correcto sería utilizar términos como “aclaramiento” o mejoramiento del color”.

No somos partidarios de la utilización de técnicas agresivas en casos de alta pigmentación y preferimos restituir y mejorar la coloración dentaria con técnicas de estética a través de la colocación de fundas o carillas de cerámica.

La utilización de geles en clínica y domiciliario, es a nuestro criterio una manera de mejorar la coloración.

Si eres un EX FUMADOR, sería un buen momento para devolver la coloración adecuada a tus dientes.