El cuidado de las encías y dientes es una parte importante de nuestra higiene personal.

La calidad del esmalte dentario es uno de los elementos a tener en cuenta en la aparición de caries dental. Una buena formación de la estructura del diente condiciona a tener más resistencia a la caries. Esto se logra cuando las condiciones de desarrollo del esmalte fueron favorables desde los inicios de la gestación. Una buena alimentación y cuidado de la salud por parte de la madre, hace que estas estructuras sean mas fuertes. La ingesta de algunos medicamentos durante el embarazo y posterior a él, puede provocar alteraciones en el desarrollo del esmalte (forma, coloración y calidad). Actualmente, los antibióticos ya no provocan alteraciones, pero la utilización de otros, como los dilatadores branquiales, dejan huella en el esmalte, provocando importantes daños en su desarrollo.

 

La otra estructura que debemos cuidar corresponde a las encías. Esta, recubre el hueso alveolar donde se alojan los dientes y muelas. Su cuidado diario y el tratamiento por parte del profesional, realizando al menos un limpieza bucal al año, favorecen que las bacterias no se adhieran y provoquen lesiones en las encías.

 

 

La placa bacteriana es una delgada capa que se pega a la superficie de esmalte y encías. Debajo de ella, las bacterias se encuentran protegidas y pueden desarrollarse. Si realizamos cepillados correctos, es decir en tiempo y forma, eliminamos la placa y, por consiguiente, las bacterias. Si dejamos proliferar a esta membrana, los contenidos cálcicos del agua y saliva se quedan adheridos capa sobre la capa, dándole este aspecto duro y en bloque (sarro). Luego los pigmentos de los alimentos, tabaco, zumos sintéticos y colas, provocan la coloración y hacen que sea más visible.

 

 

                          CUÍDATE Y SONRÍE FELIZ